El calabacín es un básico en la alimentación crudivegana. Te da mucho juego para emular a la pasta de cereales.
Cuando estamos haciendo un tránsito en nuestra alimentación, muchas veces tiramos de platos que conocemos porque sentimos cierto apego a ellos o por costumbre. Cuando éste es el caso, siempre hay una forma de reconvertirlos en platos más acordes a lo que necesitas en ese momento, es decir, más saludables o menos densos.
No por ello vamos a demonizar las pastas de cereales (bueno, las refinadas sí) pero cuando quieres elevar el porcentaje de alimentos vivos en tu plato, esta receta se convierte en una buena opción muy práctica para sentirte más ligero y disfrutar de una rica “pasta” al dente.
La salsa de pesto también la vamos a amoldar para que sea 100% nutritiva, libre de lácteos y nos llene de vida al comerla.
Podemos hacer los espaguetis de calabacín de varias maneras:
- Con el espiralizador. (Lo puedes comprar en tiendas especializadas de cocina o por internet)
- Con una mandolina, sacándole unas cuchillas adicionales.
- Con el pelador de verduras de toda la vida, aunque quedarán más estilo tortellini, que también nos vale.
Para la salsa de pesto vamos a necesitar:
- 100g Macadamia o anacardos
- Rejuvelac o agua. ½ vaso o cantidad de líquido necesaria para batir.
- 2 cucharadas de Levadura nutricional
- Hojas de albahaca fresca
- Aceite de oliva
- Sal marina
- ½ diente de ajo (Opcional)
Si quieres que tenga más sabor a “queso”, bate las nueces de macadamia con el rejuvelac la noche anterior y deja la mezcla cubierta con una servilletita toda la noche. A la hora de comer, bates la crema de macadamia con el resto de ingredientes. Como sabes, los ingredientes van a gusto, ¡prueba tu mejor combinación!
Este plato es genial para iniciarse en el mundo de la alimentación crudivegana.
¡¡Accesible para todos!!
¡Qué aproveche!