El inicio del nuevo año siempre trae con nosotros una lista de propósitos que en el mejor de los casos llevas a cabo en un 50%.
Y no es por falta de voluntad, créeme, es porque quizás no hemos tenido en cuenta todos los aspectos como; los obstáculos que nos podemos encontrar por el camino, un cambio de objetivo o de preferencias y no pasa nada, siempre estamos a tiempo de revisar y reorganizar nuestras metas.
En todos estos años que llevo haciendo coaching en alimentación saludable, en el inicio del año es cuando más personas me contactan porque quieren hacer una depuración, o porque quieren aprender a comer más sano o mejor. También hay muchas otras personas que no lo hacen porque creen que comer sano es una obligación, no le dan importancia o simplemente creen que es algo difícil.
Para todas estas personas y especialmente para éstas últimas va dedicado este blog.
Quiero mostrarte cómo con pequeños cambios puedes conseguir una mejoría en tu alimentación y bienestar integral.
- Cambia el chip
Nuestras creencias tienen muchísimo más poder de lo que creemos, así que coge un cuaderno y escribe todas esas excusas que te pones para no tomar acción y comer más saludable, cuando realmente es lo que quieres.
Identifícalas y dales la vuelta. En este enlace de aquí te dejo truquitos para este punto
2.Destierra alimentos cargados de azúcar
Empieza a mirar con lupa la lista de ingredientes de los alimentos que tomas y si el azúcar (o cualquiera de sus nombres enmascarados como dextrosa, jarabe, sacarosa, maltosa, etc.) está entre los tres primeros ingredientes descarta ese alimento. Si el azúcar o cualquier de sus formas se encuentra entre el 4 y 6 lugar, modera mucho su consumo, y si quieres ir al top, destierra el azúcar por completo, o reservarlo para ocasiones realmente especiales.
3.Observa tu alimentación
Mira bien los alimentos que tomas y registra lo que vas comiendo durante una semana, de esta forma te darás cuenta de realidad de tu alimentación y la cantidad y frecuencia de los alimentos desvitalizados que tomas. ¿Cuántos alimentos vivos hay en tu día a día? ¿Cuántos refinados como el pan o la pasta blanca? ¿Cuántos refrescos llenos de azúcar o excitantes estás tomando?
4.Introduce más verduras.
En cualquiera de sus formas: crudas, a la plancha, en patés, cremas, salteadas, hervidas, al wok, al horno, en batidos, en zumo.
Escoge las verduras y frutas de temporada y condimentalas con las especias que más te gusten.
Tienes en mi blog un montón de recetas que te ayudarán a despertar la creatividad.
**¡RETO!** Empieza cambiando tus desayunos.
¡Siempre hay que empezar por un primer paso! ¿Y si empezamos a primera hora del día?
Comienza el día hidrtándote con un buen vaso de agua, reemplaza los alimentos refinados por cremas de cereales, tostadas de pan integral, pudding de chía, crepes de trigo sarraceno, patés dulces o salados de frutos secos o flanes de frutas con agar por ejemplo.
También con una infusión o un buen batido verde.
¿Te atreves a revolucionar tu alimentación de forma sencilla por una semana?
Si sientes que sol@ no puedes o no quieres hacerlo, tengo un reto súuuuuuuper sencillo para ti, donde te doy un e-book con tips , una masterclass y una súper receta de batido verde para cada día.
Comenzarás las mañanas ligeras, nutriendo, depurando y llena de vida.
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¡Que este artículo sea el impulso que necesitabas! ¡Vamos!